La Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU) saludó a los trabajadores del país y destacó el aporte del Papa Juan Pablo II, beatificado hoy, quien animó a construir una "civilización del trabajo" justa y digna para todos.
Los obispos recuerdan en su mensaje que el 8 de mayo de 1988 en Melo, Uruguay, Juan Pablo II pidió construir una "civilización del trabajo" que exige "el estudio profundo de los problemas y el estar dispuesto a aceptar la verdad; pide, asimismo, dejar de lado las ambiciones particulares o de grupo para mirar ante todo al bien común".
Esta civilización, explican los prelados, "requiere espíritu de sacrificio, espíritu de colaboración y solidaridad. Sobre todo, su realización exige un esfuerzo educativo de las jóvenes generaciones en las virtudes del trabajo y en la práctica de la espiritualidad que le es propia".