Un nutrido número de fieles y peregrinos llegados de distintas partes del mundo rezó este mediodía en la Plaza de San Pedro el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien en sus tradicionales palabras introductorias señaló que Cristo es la luz del mundo que permite vencer el mal con el bien.
"El recorrido cuaresmal que estamos viviendo es un particular tiempo de gracia, durante el cual podemos experimentar el don de la bondad del Señor para con nosotros", dijo el Santo Padre.
Así mismo hizo notar que este domingo, denominado "Laetare", la liturgia "nos invita a alegrarnos, a gozar, como proclama la antífona: 'Alégrate, Jerusalén, y todos los que la amáis reuniros. Exultad y alegraos, vosotros que estabais tristes: saciaos de la abundancia de vuestra consolación'".