La Comisión de Episcopados de la Comunidad Europea (COMECE) lamentó que los 27 ministros de asuntos exteriores de la Unión Europea (UE) no rechazaron la persecución contra cristianos en el mundo, siendo España uno de los países que asumió esta posición.
En el encuentro de los cancilleres europeos debían haber aprobado un texto en el que se condenara los ataques contra todos los creyentes religiosos. A favor de incluir esta referencia estuvieron países como Italia y Francia. Además de España estuvieron en contra Irlanda, Portugal, Chipre y Luxemburgo.
Estos cinco países, además de los nórdicos y Gran Bretaña según señala AFP, defendieron no incluir ninguna referencia a ninguna religión concreta para no alimentar un "choque de civilizaciones" o un enfrentamiento interreligioso.