En la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI resaltó que Santa Juana de Arco –condenada a morir en la hoguera en 1431 por jueces "incapaces de ver la belleza de su alma–, constituye "un ejemplo de santidad para los laicos comprometidos en la vida política, sobre todo en las situaciones más difíciles".
En el Aula Pablo VI el Papa destacó que Juana de Arco es una de "las mujeres fuertes que al final de la Edad Media, llevaron sin miedo la gran luz del Evangelio en las complejas peripecias de la historia".
Hija de campesinos acomodados, su vida se enmarca en el conflicto bélico que se conoce como la Guerra de los Cien Años, entre Francia e Inglaterra. A los 13 años, Juana sintió a través de la "voz" de San Miguel Arcángel "la llamada del Señor a intensificar su vida cristiana, y también a comprometerse en primera persona por la liberación de su pueblo".