La coordinadora del centro para la cura de espina bífida del Policlínico Gemelli, Claudia Rendelli, cuenta que "el Santo Padre tuvo palabras de consuelo para todos los niños y con algunos ha conversado. Preguntó a cada uno la enfermedad que lo aqueja, por qué está en el hospital y cómo se encontraba. También ha saludado a los padres. Ha sido un encuentro muy emocionante".
"El Papa es un ‘hermano’, una persona muy dulce con los niños. Ha traído regalos, cajas musicales para los más pequeños, peluches para los más grandecitos y libros para los más grandes. A todos ha obsequiado un paquete con dulces por la Epifanía. Una niña se le colgó del cuello y lo besó repetidas veces diciéndole: ‘gracias porque es la muñeca que quería para Navidad".
Radio Vaticana indica que el Papa también se detuvo ante las incubadoras de los neonatos en terapia intensiva. El director del departamento de pediatría, Dr. Costantino Romagnoli, relató que Benedicto XVI "se ha conmovido mirando las incubadoras de los prematuros porque los ha visto infinitamente débiles".