Antes de la llegada del Papa Benedicto XVI a Barcelona para dedicar el templo expiatorio de la Sagrada Familia, obra del arquitecto Antonio Gaudí, el Cardenal Lluís Martínez Sistach, Arzobispo de esta ciudad, señala que esta iglesia constituye "una gran catequesis de la fe cristiana y de la Iglesia Católica" que cuestiona a "una sociedad secularizada como la europea occidental".
En un artículo publicado este viernes en L’Osservatore Romano, el Cardenal comenta que "si bien nuestra cultura actual es poco sensible y abierta a la trascendencia, el hombre creado a imagen y semejanza de Dios está a la búsqueda del sentido de la vida y no deja de interrogarse cosas que van más allá del espacio y el tiempo. La Sagrada Familia atrae porque la ‘nueva arquitectura’ que Gaudí inicio, reposa sobre todo lo que el espíritu humano busca con insistencia: la proporción, la armonía, en definitiva la belleza".
Para el Cardenal, el templo expiatorio de la Sagrada Familia es "una cartografía de lo sagrado, un gran mapa abierto, sobre el que el mundo puede leer las grandes preguntas de la vida, del origen y el fin, del cielo y de la tierra".