En la Eucaristía de la Misa que celebró esta mañana en la Basílica de San Pedro en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos en este año, el Papa Benedicto XVI recordó que "Jesús vino para salvar y no para condenar; con el sacrificio de la Cruz nos desvela el rostro de amor de Dios".
Benedicto XVI recordó al inicio de la homilía los nombres de los cardenales que han muerto en los doce últimos meses: Peter Seiichi Shirayanagi, Cahal Brendan Daly, Armand Gaétan Razafindratandra, Thomáš Špidlik, Paul Augustin Mayer, Luigi Poggi, manifestando su afecto por ellos y por los numerosos arzobispos y obispos fallecidos en este año.
"Recordamos a estos venerados hermanos nuestros como pastores entregados, cuyo ministerio se ha caracterizado siempre por el horizonte escatológico que anima la esperanza en la felicidad sin sombras, que se nos ha prometido después de esta vida; como testigos del Evangelio, como cristianos, animados por una fe profunda, por el deseo vivo de conformarse a Jesús".