Lo que buscan los grupos de presión con la legalización del mal llamado "matrimonio" gay u homosexual no es casarse, sino lograr que "una conducta tolerada socialmente, pasa a ser promovida públicamente" ha declarado a la prensa el abogado Jorge Scala, miembro de la ONG Portal de Belén.
El letrado explicó que "si ellos consiguen que se puedan casar y que el Estado les reconozca su matrimonio, entonces hay que cambiar todos los programas de estudio, porque hay que enseñarles a los niños que cuando cumplan 18 pueden casarse con un varón o con una mujer".
Scala acusó que el Instituto Nacional contra la Discriminación es "una suerte de Gestapo del Gobierno" pues está "modificando la ley antidiscriminatoria, y cualquiera que diga que la homosexualidad no es una conducta buena, irá a la cárcel". "Una cosa es tolerar la homosexualidad como conducta privada, pero la ley que permite el matrimonio homosexual es la punta de lanza no solo para legitimarla, sino para promoverla bajo pena de cárcel".