En la audiencia general de hoy, celebrada en el Aula Pablo VI, el Papa habló sobre Margarita de Oingt, nacida hacia el 1240, en el seno de "una poderosa familia de la antigua nobleza de Lyon, los Oingt". De ella, dijo, los católicos pueden aprender que la vida cotidiana es un camino de purificación para configurarse con Cristo, para amar con el mismo amor que lo llevó a entregarse en la Cruz.
Ante miles de fieles reunidos en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre explicó que "de sus meditaciones intuimos que entró en la Cartuja de Poleteins en respuesta a la llamada del Señor, dejando todo y aceptando la severa regla cartuja, para ser totalmente del Señor, para estar siempre con Él".
"Sabemos que en 1288 se convirtió en la cuarta priora de la Cartuja, cargo que ocupó hasta su muerte, el 11 de febrero 1310. De sus escritos, sin embargo, no hay detalles particulares sobre su itinerario espiritual. Concibe toda la vida como un camino de purificación hasta la plena configuración con Cristo. Él es el libro que hay que escribir, que debe grabarse diariamente en el propio corazón y en la propia vida, especialmente su pasión salvadora".