En su intervención el lunes 18 de octubre en esta ciudad, el Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, Arzobispo Francis Chullikatt, señaló que las religiones en el mundo pueden y deben promover una cultura de paz, que también debe ser construida por los estados.
El Nuncio dijo que la contribución de las religiones a esta cultura de paz es una tarea que "está dentro de su misión para servir a la dimensión espiritual y trascendental de la naturaleza humana". Las religiones, dijo, "contribuyen al respeto por la vida humana y la observancia de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales. Las religiones promueven la reconciliación al hacer que las personas avancen en un espíritu de mutua cooperación".
La paz, explicó Mons. Chullikatt, "no es la mera ausencia de conflicto sino la coexistencia armoniosa de los ciudadanos individuales en una sociedad gobernada por la justicia".