El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, criticó la media sanción que recibió la ley de filicidio en la Cámara de Diputados porque esconde la posibilidad "inminente, por lo menos en la intención de muchos legisladores" de legalizar el aborto.
Durante el programa Claves para un Mundo Mejor, el Prelado explicó que del proyecto de filicidio se desprende que "si una mujer mata a su hijo poco tiempo después del parto –se admite que el período del puerperio no es fácil de determinar–, hay que presumir que lo ha hecho porque ha sufrido un desequilibrio que obnubiló su capacidad de elegir correctamente. Entonces se le aplica una pena que va de los seis meses a los tres años, con lo cual se convierte esto en un delito excarcelable".
"Lo que hay que decir en buen romance es que con esta decisión se desprecia la vida del neonato. Más allá de lo que se pueda opinar sobre la graduación de la pena, lo que significa esto es el menosprecio de la vida del niño recién nacido (…) Entonces: ¿qué diferencia hay entre matar a un niño recién nacido y matar a un niño por nacer?", preguntó.