En su habitual catequesis de la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI hablo de Santa Clara de Asís, contemporánea de San Francisco, quien con su obra y testimonio dio un gran impulso a la Iglesia en la edad media. Su vida constituye un ejemplo de la importancia de las mujeres en la vida eclesial.
El Santo Padre comentó que esta santa "demuestra cuánto debe toda la Iglesia a las mujeres valientes y ricas de fe como ella, capaces de dar un impulso decisivo a la renovación de la Iglesia".
Benedicto XVI relató que Clara nació en una familia rica y aristocrática y que siendo todavía muy joven sus parientes decidieron casarla con un personaje de relieve, pero a los dieciocho años, la santa, con un gesto audaz, en compañía de una amiga e inspirada por un profundo deseo de seguir a Cristo, dejó la casa paterna. Se incorporó al grupo de los hermanos menores en la iglesia de la Porciúncula en Asís y fue el mismo Francisco el que la acogió y en una sencilla ceremonia le cortó el cabello y le impuso un hábito penitencial. Desde aquel momento Clara se convirtió en esposa de Cristo, humilde y pobre y a Él se consagró totalmente.