Al final de la Audiencia General, Benedicto XVI recibió al Bureau de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa con motivo del 60° aniversario de la Convención Europea sobre Derechos Humanos, y les pidió desarrollar estos derechos a partir de principios universales libres de los peligros del relativismo.
El Papa se refirió a los temas que ocupan la atención de la Asamblea, como "la situación de las personas que viven en circunstancias especialmente difíciles o están sometidos a graves violaciones de su dignidad".
La Convención compromete a los estados miembros del Consejo de Europa “a promover y defender la dignidad inviolable de la persona humana”.