Obispo reza por mineros atrapados en Chile y pide responsabilidad a empresarios

El Obispo de Copiapó, Mons. Gaspar Quintana, presidió una Misa en la que rezó por el pronto rescate de 34 mineros que quedaron atrapados, luego de un derrumbe, en una mina en la localidad de San José ocurrido el pasado 5 de agosto. El Prelado también ha ofrecido apoyo espiritual a las familias que se aferran a la esperanza de encontrar a sus seres queridos aún con vida.

En su homilía el Prelado manifestó su deseo de que los mineros sean rescatados pronto y en buenas condiciones. También se refirió a la fortaleza que deben tener los familiares, que esperan en las afueras de la mina, noticias de sus seres queridos.

El Obispo también lamentó este nuevo accidente e hizo un llamado a las autoridades, empresarios y trabajadores a preocuparse de las condiciones de seguridad con que realizan sus tareas, para no tener que lamentar eventos como éste.

Según informa la oficina de comunicaciones de la diócesis de Copiapó, Mons. Quintana estuvo el viernes por la mañana en el yacimiento, acompañando a los familiares de los mineros atrapados e informándose de las labores de rescate. Por la noche, el Vicario General, P. Alejandro Castillo, celebró una liturgia de la palabra en el lugar. A él se sumaron el P. Juan Carlos Sánchez y el P. Daniel Pauvif, que han estado en vigilia con las personas en las afueras de la mina.

En declaraciones a Radio Cooperativa, Mons. Quintana se dirigió a los dueños de la mina San José y los exhortó a "tomar en serio" la responsabilidad social empresarial, tras el derrumbe. "Yo les pediría el buen sentido común. Y si muchos de ellos son cristianos o católicos, que tomen en serio lo que significa la responsabilidad social del empresario".

El Prelado indicó que ello implica "un código, en que trabajo no es una mercancía más o que yo la pago o la compro, sino que trabajo como parte de la dignidad humana".

Los equipos de rescate avanzan la perforación con un estimado de 100 metros por día, para tratar de salvar a los mineros que se encuentran a 800 metros de profundidad y que sólo tenían alimentos para dos días.