Al presidir una Eucaristía por quienes son víctimas de la trata de personas, el trabajo esclavizante y los cartoneros, el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Jorge Mario Bergoglio señaló que "esta ciudad para muchos de sus habitantes es una picadora de carne, que los hace bolsa, les destroza la vida y les quita la libertad".
En la Misa celebrada este lunes 12 de julio, el Cardenal dijo que en Buenos Aires "hay esclavos que los fabrican estos señores del manejo de la trata (de personas), de los talleres clandestinos, de la prostitución y los cartoneros", y aseguró que "estas mafias" sustentan sus redes "en las coimas".
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"Grandes mafias de señores muy elegantes, que seguramente comen en restaurantes de Puerto Madero, pero están manchados con sangre de nuestros hermanos. Son los esclavizadores", aseguró.
Haciendo referencia a la parábola del buen samaritano, el Cardenal indicó que "en esta ciudad se hacen sacrificios humanos, se mata la dignidad de chicos, se agarran a los sencillos, a los menores y los meten en esta picadora de carne. Se los apalea, se les destroza la dignidad y se los deja tirados".
El Arzobispo insistió en afirmar que la ciudad es "una fabricadora de esclavos", y dio a entender que se protege "a los señores de la mafia" al asegurar que "nunca dan la cara y siempre salvan el pellejo por esa receta tan porteña que es la coima".
"Ciudad coimera decía a fin del año pasado. Si no existiera la coima no existirían estas mafias que sacrifican vidas humanas y someten a la esclavitud a sus hijos", reflexionó.
El Cardenal Bergoglio exhortó además a "no hacerse el distraído" y "andar con rodeos" y llamó a señalar "dónde están los focos de sometimiento, esclavitud, donde están los altares en los que ofrecen sacrificios humanos".
"Y que cada uno de los otros haga lo que pueda y no nos lavemos las manos porque si no somos cómplices de esta esclavitud", subrayó.
"Pidamos para que la ciudad cambie su corazón de piedra por uno de carne, para que tenga conciencia de estos esclavos", dijo al concluir su homilía que fue aplaudida por los presentes.
Ofrendas simbólicas
En el momento de las ofrendas, un grupo de trabajadores de la organización La Alameda acercó al altar una camiseta confeccionada por personas rescatadas de talleres clandestinos. En tanto, un grupo de mujeres llevó una red con las fotos y los nombres de numerosas niñas captadas por organizaciones de trata de personas dedicadas a la prostitución. "Las seguimos buscando", aseguraron.
"Cura Bergoglio gracias por ayudarnos siempre", dijo Sergio Sánchez, al mostrar un carro con la mercadería que juntan cada noche los "recuperadores cartoneros", que fue bendecido por el Arzobispo.
Por tercer año consecutivo, el cardenal Bergoglio preside una misa junto a los costureros de La Alameda, los cartoneros del Movimiento de Trabajadores Excluidos, familias que buscan a mujeres víctimas de la trata de personas. Esta vez la Eucaristía llevó por lema "Trabajaremos por libertad y dignidad para todos y todas".