El Nuncio Apostólico en Chipre, Mons. Antonio Franco, señaló que el Papa Benedicto XVI visita este país como "misionero que sigue las huellas de San Pablo y Bernabé" como "promotor de un nuevo lanzamiento para la positiva conclusión del proceso de paz y reunificación de la isla" dividida desde 1974 con la ocupación turca.
En entrevista concedida a L’Osservatore Romano y tras comentar que luego de los viajes a Jordania y Tierra Santa, es claro que para el Santo Padre es importante la situación en Medio Oriente, el Nuncio indicó que "Chipre representa, en pequeño, la problemática de la región: la convivencia de las religiones distintas, la relación con el Islam, los problemas territoriales".
"El Papa no puede obligar a nadie, ni pretende solucionar los problemas políticos. Ciertamente su sola presencia podrá servir como estímulo. Y eso es un poco lo que todos esperan, incluso si tienen diversos motivos", añadió.