El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, afirmó que es la conversión del corazón a Cristo lo que cambiará al mundo y no los sistemas sociales o las ciencias.
Durante la Misa que ofició ante los estudiantes, religiosos y laicos del Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos, el Cardenal Rivera dijo que la desesperanza y el ambiente de tristeza que existe en la actualidad motiva a los hombres a tener "el deseo y la esperanza en que el mundo cambie". Sin embargo, recordó que la esperanza cristiana "no consiste en dejar que pasen las cosas, sino en provocar el cambio desde un ambiente que tenga como centro a Cristo".
También reafirmó que la Eucaristía y la Palabra de Dios son la base de la esperanza del creyente, pese a la creencia de que las múltiples disciplinas educativas y humanas pueden ayudar más a éste propósito.