El Arzobispo de Kingston (Jamaica), Mons. Donald James, denunció que la violencia que se vive en esta capital con los enfrentamientos que ya han cobrado la vida de unas 60 personas y en los que otras 500 han sido arrestadas, es el resultado de la corrupción reinante en el país.
El Prelado aseguró que la violencia que se vive en esta ciudad en el intento de las fuerzas del orden de capturar al narcotraficante Christopher "Dudus" Coke para extraditarlo a Estados Unidos, "es consecuencia de una combinación de factores relacionados a problemas económicos, la droga y la corrupción".
En una carta pastoral, el Arzobispo señala además que "la anarquía es una verdadera amenaza para todos nosotros". "La violencia –continuó– es resultado del laxismo y de la falta de integridad y de responsabilidad de parte de todos, pero sobre todo de los políticos de los dos principales grupos que han cortejado y cultivado relaciones durante años con los capos y bandas enteras para ganar sus votos".