Al recibir esta mañana las cartas credenciales de la primera Embajadora de Emiratos Árabes Unidos ante la Santa Sede, Hissa Abdulla Ahmed Al-Otaiba, el Papa Benedicto XVI señaló que la Iglesia siempre defiende la dignidad de la persona humana y un aspecto fundamental de ésta es la libertad de culto que siempre contribuye al bien común.
En su discurso, el Santo Padre puso de relieve que "el amor de Dios y el respeto de la dignidad del prójimo motiva la diplomacia de la Santa Sede y configura la misión de la Iglesia Católica de servicio a la comunidad internacional. La acción de la Iglesia en el campo de las relaciones diplomáticas promueve la paz, los derechos humanos y el desarrollo integral, y por tanto, se esfuerza por el desarrollo auténtico de todos, sin distinción de raza, color o creencia".
"La Santa Sede y la Iglesia Católica hacen hincapié en la dignidad humana para mantener una visión clara y auténtica de la humanidad en el escenario internacional y con el fin de reunir nuevas energías al servicio de lo que es mejor para el desarrollo de los pueblos y naciones".