La Iglesia en Chile sigue trabajando y distribuyendo la ayuda humanitaria para las familias damnificadas de diversos sectores afectados por el terremoto que sacudió el país el pasado 27 de febrero.
Según señala la nota de la Conferencia Episcopal, "si bien la mayoría de los aportes provienen de Caritas Chile y las distintas diócesis, también se ha recibido ayuda específica como es el caso de la parroquia Santa Elena, de la Zona Cordillera de la Arquidiócesis de Santiago".
La ayuda eclesial es grande y muy necesaria en la ciudad de Concepción, en donde el Arzobispo Ricardo Ezzati, estableció su centro de operaciones en la Casa de Formación Betania y constituyó un grupo de trabajo encabezado por el Obispo Auxiliar, Mons. Pedro Ossandón Buljevic "junto a profesionales del equipo del Área de Pastoral Social, asignándoles la misión de coordinar las acciones de la Iglesia diocesana para enfrentar esta emergencia", indica la nota.