En una carta dada a conocer hoy, enviada al Presidente de Haití, René Préval, el Papa Benedicto XVI asegura al mandatario "sus profundas condolencias y su oración ferviente por todas las personas tocadas por esta lamentable catástrofe" que significó el terremoto del pasado 12 de enero y que habría cobrado la vida de más de 100 mil personas dejando además casi 200 mil heridos, según los primeros informes oficiales.
"Pido a Dios –dice el Papa– acoger en la paz de su Reino a todos aquellos que han encontrado la muerte en este sismo así como dar consuelo a sus familiares que, en muchos casos, no puede dar una sepultura digna a sus seres queridos desaparecidos".
"Rezo también para que el espíritu de solidaridad viva en todos los corazones y que la calma pueda estar en las calles para que la ayuda generosa que llega de todos los países aporte auxilio a todos y así que las personas a las que hoy les falta todo experimenten el consuelo de saber que toda la comunidad internacional se hace cargo concretamente de ellos".