Obispos de varios países latinoamericanos expresaron sus condolencias a los damnificados por el terremoto de Haití y a las familias de las víctimas, e invitaron a los fieles a trabajar solidaria y activamente por llevar ayuda económica y humana a los pobladores de esta isla caribeña.
El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge María Bergoglio, en su homilía dominical en la Catedral Metropolitana, dijo ante el embajador de Haití, Raymond Mathieu, que frente a "tantos muertos, tantos heridos, tantos que están sufriendo despojados por este tremendo terremoto, no nos conformemos con leer las noticias del diario o ver por televisión alguna cosa. Un corazón cristiano nunca está de vacaciones".
"Deja alguna diversión, ponte en silencio en oración, haz alguna penitencia para acompañar el dolor de tu pueblo, prívate de algo y dalo para que puedan tener alimento, medicina, lo que necesitan. Ese pueblo es nuestro hermano", agregó.