Al recibir esta mañana las cartas credenciales del nuevo Embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede, Miguel Humberto Díaz, el Papa Benedicto XVI resaltó la necesidad de promover la dignidad humana, el respeto al derecho inalienable a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, así como el derecho a la objeción de conciencia del personal de salud y de los ciudadanos en general.
Al comenzar su discurso en el que recordó su visita a Estados Unidos y luego de comentar que diversas culturas, a través de la inmigración, han enriquecido a este país, el Santo Padre alentó a vivir el "anhelo de libertad y la búsqueda de la felicidad" desde una perspectiva que vaya más allá de lo individual, es decir, "del bien común y de toda la familia humana".
Ante la crisis económica internacional, dijo el Papa, se necesita "un modelo de globalización inspirado en un humanismo auténtico, en el que los pueblos sean considerados no como meros vecinos, sino como hermanos y hermanas".