Este mediodía miles de fieles rezaron el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien desde el balcón del Palacio Pontificio en Castelgandolfo destacó que así como hizo con la Virgen María, Dios le pide a cada una de las personas "ayudarlo", acogiéndolo en su corazón y en toda su existencia, de manera especial a través de la Eucaristía, para así hacerse presente en medio del mundo.
El Santo Padre hizo un reflexión relacionando la fiesta de la Asunción de María y lo que dice el Evangelio de hoy en las palabras de Jesús: "Yo soy el pan vivo, bajado del cielo".
"Jesús –dijo el Papa– se presenta como el 'pan vivo', es decir la nutrición que contiene la vida misma de Dios y que es capaz de comunicarla a quien come de Él. … ¿y de quién ha tomado el Hijo de Dios su 'carne', su humanidad concreta y terrena? La ha tomado de la Virgen María. Dios ha tomado de Ella el cuerpo humano para entrar en nuestra condición mortal".