Desde Ginebra, el representante de la Santa Sede ante la ONU, Mons. Silvano Tomasi, pidió a la comunidad internacional dar una respuesta a la crisis económica y la epidemia de gripe que considere el derecho a la vida desde la concepción.
"El acceso a la atención primaria de la salud asequible y de medicamentos que salvan vidas es vital para mejorar la salud mundial", explicó Mons. Tomasi y agregó que "en un mundo cada vez más interdependiente, la enfermedad y los virus no tienen fronteras, y por lo tanto, una mayor cooperación mundial no sólo se convierte en una necesidad práctica, sino en un imperativo ético de la solidaridad".
El representante vaticano pidió a la comunidad guiarse por una "tradición de salud que respete y promueva el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural para todos, independientemente de raza, discapacidad, nacionalidad, religión, sexo y situación socioeconómica".