Ante la expansión de la llamada gripe A, los obispos argentinos invitaron a los fieles a rezar para que "podamos superar cuanto antes este mal, en compañía de la Virgen, nuestra protectora", y abogaron por una oración confiada a la Madre por las personas enfermas y sus familiares.
También difundieron medidas preventivas en las celebraciones litúrgicas. Entre otras, se sugirió no realizar el saludo de la paz, recibir la comunión en la mano, y ubicarse a una distancia prudencial unos de otros durante las misas.
Según recoge la agencia AICA, el Arzobispo de Rosario, Mons. José Luis Mollaghan, emitió un comunicado en el que pidió a la comunidad arquidiocesana "confiar particularmente a la Virgen del Rosario la aflicción de la población", ante el temor por la expansión del virus de la influenza A (H1N1).