Al hablar en la Audiencia General de hoy sobre el Año Sacerdotal, el Papa Benedicto XVI explicó que el anuncio misionero de la Palabra de Dios y culto divino, es decir la administración de la gracia con los sacramentos, especialmente la Eucaristía, son inseparables para los presbíteros.
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre expresó su deseo de que este especial Año Jubilar "constituya para todo sacerdote una oportunidad de renovación interior y, en consecuencia, de firme consolidación en el compromiso de su misión". Asimismo indicó que las siguientes catequesis estarán dedicadas a San Juan María Vianney, el santo Cura de Ars.
Tras recordar que es importante tener en cuenta que en el Cura de Ars destaca "su identificación total con el propio ministerio. Le gustaba decir que un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede dar a una parroquia", el Papa resaltó que "considerando el binomio identidad-misión cada sacerdote puede advertir la necesidad de la progresiva asimilación a Cristo que le garantiza la fidelidad y la fecundidad del testimonio evangélico".