En su homilía pronunciada ayer en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Arzobispo Primado de México, hizo un enérgico llamado en pro de la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y a favor de las mujeres, en medio de los constantes ataques contra la vida en el país y en vísperas de las elecciones que se realizarán este domingo 5 de julio.
En su reflexión, el Cardenal Rivera se refirió a los milagros que narra el Evangelio en los que el Señor cura a una mujer que sufría de flujos y resucita a una niña. Para el Purpurado, este hecho constituye una "doble anécdota que nos invita a tratar el tema de Jesús y la mujer, de Jesús y la Vida. Doble vertiente de suma actualidad en donde debemos proclamar con toda claridad que Jesús era y es un gran amigo de la mujer y que nadie como Jesús ha luchado a favor de la vida y en contra de la muerte".
Con este ejemplo, explicó luego el Arzobispo, "la Iglesia ha de seguir sus mejores tradiciones de sano feminismo. Hemos de estimar y defender la igualdad total entre el hombre y la mujer a nivel personal, en los derechos humanos. Pero también debemos afirmar su diversidad, no como contrapuestas o contradictorias, sino como complementarias".