El Arzobispado de México deploró "la indignante e injustificada discriminación que han padecido muchos mexicanos en el extranjero, por parte de países y personas que siempre se han considerado como hermanos de nuestra patria" en el contexto de la epidemia de influenza que azota al país.
El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México publicó un comunicado en el que el Arzobispado considera las actitudes negativas hacia los mexicanos como "poco humanas, menos aun cristianas, y sobre todo violatorias de los derechos humanos y, en la mayor parte de los casos, producto de la ignorancia, del prejuicio y del racismo".
El texto recuerda que "los virus no tienen nacionalidad y lo mismos pueden crear epidemias aquí que allá, por ello, México, en estos momentos, está librando con grandes sacrificios -que han arrojado alentadores resultados- una batalla que no sólo beneficia a los mexicanos sino a toda la humanidad, lo que amerita voces de reconocimiento, agradecimiento y el aplauso global, lejos de adoptar políticas excluyentes y abiertamente discriminatorias e hirientes".