En su discurso de despedida esta mañana (hora local), el Papa Benedicto XVI alentó a continuar en el trabajo por el desarrollo sostenido, la paz y la reconciliación, para que "la violencia no prevalezca jamás sobre el diálogo, ni el miedo y el desaliento sobre la confianza, ni el rencor sobre el amor fraterno" en África.
"Doy gracias a Dios –dijo el Papa– por haber encontrado una Iglesia viva y, a pesar de las dificultades, llena de entusiasmo, que ha sabido llevar sobre sus espaldas la cruz propia y la de los demás, atestiguando ante todos la fuerza salvífica del mensaje e invitando al ejercicio de una caridad fraterna abierta a la acogida de todos, en el respeto de las ideas y los sentimientos de todos".
"Estoy contento de haber conocido a un pueblo valiente y decidido a renacer. No obstante las resistencias y los obstáculos, este pueblo quiere edificar su futuro caminando por senderos de perdón, de justicia y solidaridad".