El Arzobispo de Mendoza, Mons. José María Arancibia, en una homilía de ordenación sacerdotal en el monasterio del Cristo Orante, recordó que el presbítero "es imagen viva y transparente de Cristo sacerdote".
"Esta gracia es un don totalmente gratuito –explicó el Prelado–; sólo comprensible desde la fe, que nos da la felicidad de comprender y cantar las maravillas de Dios. Como las cantó María, exultante de gozo y pronta al servicio".
"Es un don para la entrega. Un consagración para la misión. Los pastores crecen en todo sentido, al brindarse a los demás, pero saben que su misión es hacerse todo para todos", agregó.