26 de febrero de 2009 / 04:03 PM
Al finalizar la reunión anual del foro católico-musulmán realizado en Roma el 24 y 25 de febrero, los participantes de la misma emitieron una declaración final en la que alientan la construcción de una verdadera cultura de paz así como la promoción y defensa de la libertad de conciencia y religión.
En la declaración conjunta, se precisa primeramente que "cristianos y musulmanes consideran la paz como un don de Dios y, al mismo tiempo, el fruto de la conducta humana. Ninguna paz verdadera y duradera puede alcanzarse sin justicia e igualdad entre las personas y comunidades" por lo que los líderes religiosos, especialmente "cristianos y musulmanes, tienen el deber de promover una cultura de paz, en cada una de sus comunidades, especialmente en la enseñanza y la predicación".
Tras explicar que esta cultura de paz debe "permear todos los aspectos de la vida: formación religiosa, educación, relaciones interpersonales y las artes en sus distintas formas", la declaración precisa que "la paz y los derechos humanos" están fuertemente ligados, por lo que se ha prestado "particular atención a la defensa de la dignidad de la vida humana y sus derechos, especialmente en lo que se refiere a la libertad de conciencia y religión".