Al recibir este mediodía a los jefes y agentes de la Inspección de Seguridad Pública que sirven en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI señaló que ante las sombras que preocupan a la humanidad, Cristo es la verdadera esperanza que debe estar encendida en los corazones de cada uno de los bautizados.
En sus palabras pronunciadas en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano, el Papa se refirió inicialmente al trabajo de estos servidores y reconoció los sacrificios que realizan ellos y sus familias, a quienes también agradeció.
Seguidamente Benedicto XVI indicó que en el comienzo del nuevo año "son muchas nuestras expectativas y esperanzas. Sin embargo, no podemos escondernos ante el horizonte en el que se perfilan no pocas sombras que preocupan a la humanidad. Ante ellas no debemos desalentarnos, sino que debemos mantener siempre encendida en nosotros la llama de la esperanza".