En un informe dado a conocer esta semana por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), la organización de ayuda del Episcopado Cáritas distribuyó un volumen record de ayuda a los damnificados de los huracanes Ike y Gustav, enviada por entidades religiosas de Estados Unidos.
La ayuda incluyó, según el informe, alimentos, artículos de aseo y láminas de zinc para el techo de las viviendas. Las donaciones, que provinieron también de otras diócesis cubanas, se repartieron casa por casa, exceptuando medicinas, que fueron entregadas a hospitales y otras instituciones de salud.
"En los 7 municipios afectados se ha ayudado alrededor de 4 mil familias con envíos realizados por las Cáritas diocesanas, obispados y comunidades cristianas del resto de Cuba", dice el informe.