Al término del Foro Católico-Musulmán que se ha realizado en el Vaticano, los participantes emitieron una declaración conjunta en la que subrayaron, entre otros temas, la importancia de la defensa de la vida por ser un don de Dios para toda persona, la centalidad de la libertad religiosa; y la promoción de los valores morales comunes.
En el texto se precisa que cristianos y musulmanes consideran que "la vida humana es un don preciosísimo de Dios para toda persona, y debería por ello ser preservada y honrada en todas sus fases".
Tras recordar que la dignidad de la persona estriba en haber sido creada por Dios que es amor, los participantes del foro resaltan que todos tienen derecho "al pleno reconocimiento de la propia identidad y libertad de individuo, comunidad y gobierno, con el sostenimiento de la legislación civil que garantice sus derechos y su plena ciudadanía".