El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Chilena (CECH), llamó al Gobierno, empresarios, trabajadores y líderes políticos, a esforzarse para que los efectos de la crisis económica mundial no golpeen a los pobres, que son "los predilectos de Jesús".
"La experiencia, lamentablemente, nos demuestra que los más perjudicados por estas crisis terminan siendo los grupos más vulnerables de la sociedad, los pobres, los predilectos de Jesús", expresó a través del mensaje "Fe y Solidaridad en tiempos de prueba, a ejemplo de San Alberto Hurtado".
El texto pidió no caer "en una lógica fatalista" que genere miedo entre los agentes y los procesos económicos, pero advirtió que "cuando el afán del lucro y la acción especulativa sin límites se imponen en los mercados, la persona humana está construyendo su casa sobre arena".