En el discurso que dirigió a los obispos franceses durante su visita a Lourdes, el Papa Benedicto XVI reiteró que la Iglesia debe defender el matrimonio y la familia ante “verdaderas borrascas” y leyes que relativizan su naturaleza.
El Santo Padre se refirió a “la situación de la familia” y recordó que “el matrimonio y la familia se enfrentan ahora a verdaderas borrascas. Desde hace algunas décadas, las leyes han relativizado en diferentes países su naturaleza de célula primordial de la sociedad. A menudo, las leyes buscan acomodarse más a las costumbres y a las reivindicaciones de personas o de grupos particulares que a promover el bien común de la sociedad”.
“La unión estable entre un hombre y una mujer, ordenada a construir una felicidad terrenal, con el nacimiento de los hijos dados por Dios, ya no es, en la mente de algunos, el modelo al que se refiere el compromiso conyugal”, indicó.