Hacia el final de su homilía, en el marco de la Celebración Eucarística por el 150º Aniversario de las Apariciones de Lourdes, el Papa Benedicto XVI dedicó algunas palabras a los jóvenes presentes en Lourdes, alentándolos a seguir el ejemplo de la Virgen María y no temer a decirle sí al llamado de Dios.
“La presencia de los jóvenes en Lourdes es también una realidad importante”, dijo el Pontífice. “Queridos amigos aquí presentes esta mañana alrededor de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, cuando María recibió la visita del ángel, era una jovencita en Nazaret, que llevaba la vida sencilla y animosa de las mujeres de su pueblo”.
“Si la mirada de Dios se posó especialmente en Ella, fiándose, María quiere deciros también que nadie es indiferente para Dios. Él os mira con amor a cada uno de vosotros y os llama a una vida dichosa y llena de sentido. No dejéis que las dificultades os descorazonen. María se turbó cuando el ángel le anunció que sería la Madre del Salvador. Ella conocía cuánta era su debilidad ante la omnipotencia de Dios. Sin embargo, dijo 'sí' sin vacilar”, prosiguió el Papa.