El Obispo de Celaya (México), Mons. Lázaro Pérez Jiménez, cuestionó "la calidad de la fe" de los católicos y los alentó a tener presente la necesidad del "examen sincero de conciencia delante de Dios" para vivir la vida cristiana de manera intensa.
En una carta fechada el 4 de julio, el Prelado denunció que "un alto porcentaje de católicos lo son por tradición y no por una decisión personal". Por esto, precisa, "fácilmente abandonan sus prácticas de culto más elementales y se dejan seducir por los nuevos movimientos religiosos o por las conductas propias del ambiente paganizado que se olvida de Dios".
En el caso de quien sí dice creer en Dios, explica, "lo quiere a su medida, que no inquiete a nadie y, es especial, que le permita caminar tranquilo por el mundo sin mirar a los tantos caídos que esperan de buenos samaritanos dispuestos a tender las manos para sanar heridas causadas por la injusticias que cometen los mismos católicos que creen poder vivir sin el mandato del amor y el deber de la justicia".