Ante los arzobispos metropolitanos que ayer recibieron el palio en Roma, el Papa Benedicto XVI recordó que al amor por Cristo no se debe anteponer nada pues de Él deriva la misión del pastor.
"La condición del servicio de cada pastor es el amor a Cristo, al que no se debe anteponer nada", indicó.
El Papa recordó la pregunta de Jesús a Pedro: "Simón, hijo de Juan, ¿me amas?", y pidió que "resuene siempre en nuestros corazones, y que suscite cada vez de un modo nuevo y conmovedor, nuestra respuesta: "Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo". De este amor por Cristo se deriva la misión: "Apacienta mis ovejas"; misión que se resume sobre todo en el testimonio de Él, el maestro y el Señor: "¡Sígueme!".