Kylie Bowlen es una australiana cuya bebé pudo haber perdido las piernas si no era sometida a una riesgosa operación dentro de su útero. Podía hacerlo o dejar que avanzara la gangrena y que naciera sin posibilidades de caminar. La joven decidió realizar la cirugía, y por decisión de los médicos ésta se practicó en la semana 22 del embarazo. Leah ya tiene 4 meses de nacida y sus padres afirman que tomaron la decisión correcta.
Según el diario australiano The Age, los médicos del Monash Medical Centre donde se hizo la operación, se percataron después de una prueba de ultrasonido, que Kylie padecía del Síndrome de Bandas Amnióticas, una dolencia que hace que todo el líquido amniótico se vaya perdiendo a gotas. Dos bandas de tejido envolvían las piernas de Leah lo que impedía la normal circulación de la sangre y le estaban generando la gangrena.
"Supimos luego que el resto de Leah estaba bien y fuerte. Todo estaba perfecto, eran solo las piernas", dijo el esposo de Kylie.