En su homilía de la Misa en el estadio de los Nationals, ante unas 50 mil personas, el Papa Benedicto XVI pidió todos los que conforman la Iglesia en Estados Unidos que den frutos de conversión y reconciliación para afrontar la crisis de la cultura actual.
Tras recordar los 200 años de la diócesis de Baltimore, la primera de Estados Unidos, el Santo Padre destacó que "la Iglesia está llamada en todo tiempo y lugar a crecer en la unidad mediante una constante conversión a Cristo, cuya obra redentora es proclamada por los Sucesores de los Apóstoles y celebrada en los sacramentos".
"El mundo necesita el testimonio. ¿Quién puede negar que el momento actual sea decisivo no sólo para la Iglesia en América, sino también para la sociedad en su conjunto? Es un tiempo lleno de grandes promesas, pues vemos cómo la familia humana se acomuna de diversos modos, haciéndose cada vez más interdependiente", dijo luego el Papa.