El Arzobispo de Viena, Cardenal Christoph Schönborn, afirmó que la Reconciliación es el Sacramento de la Misericordia y que solo a través de él son perdonados los pecados mortales, ya que "solo pueden ser curados con el perdón que proporciona la Iglesia".
Luego de explicar, en una de sus catequesis, que los pecados veniales son "imperfecciones, que suceden diariamente en nuestra vida", el Purpurado precisó que estas faltas constituyen "muchas pequeñas frialdades que enfrían finalmente el amor".
"La confesión es el núcleo místico, cuya bendición y gracia han sido experimentadas por los hombres de todos los siglos", explicó.