Al recibir a los obispos de la Conferencia Episcopal de Haití al final de su visita "ad limina", el Papa Benedicto XVI pidió a Dios "que dé a todos los haitianos, sobre todo a quienes tienen una responsabilidad social, el coraje de promover el cambio y la reconciliación, para que todos los habitantes del país tengan condiciones dignas de vida".
El Papa recordó que el país ha vivido "momentos dolorosos que la Iglesia sigue con atención: divisiones, injusticias, miseria, desempleo, elementos que son fuente de inquietud profunda para el pueblo".
"No puedo olvidar a los que se ven obligados a ir al país vecino para satisfacer sus necesidades", agregó y pidió a la comunidad internacional que "prosiga e intensifique su ayuda al pueblo haitiano, para que pueda cada vez más tomar las riendas de su futuro y su desarrollo".