En un documento presentado ante miles de fieles de la Diócesis de Roma congregados en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI presentó la “Carta sobre la tarea urgente de la Educación”, firmada el 21 de enero pasado, y destacó la necesidad de que padres, profesores, catequistas y jóvenes contribuyan a la renovación de la educación cristiana.
El Pontífice se refrió a la percepción generalizada de una “emergencia educativa”, señalando que “educar nunca ha sido fácil y parece que hoy es cada vez más difícil: por ello no pocos padres y profesores se sienten tentados de renunciar a su tare”.
El Papa señaló que la existencia de “tantas dudas” y de “demasiadas imágenes distorsionadas” promovidas por los medios masivos, hacen difícil “proponer a las nuevas generaciones algo válido y cierto, reglas de comportamiento y objetivos para los cuales valga la pena comprometer la vida”.