En su tradicional carta semanal, el Arzobispo de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, señaló que la Iglesia no pretende imponer su modo de pensar a la sociedad; pero advirtió que tampoco puede callar ante quienes quieren imponerlo todo.
"Leyes justas y familia" es el título de la carta semanal del Purpurado, y en ella insiste en la necesidad de una legislación que favorezca la familia y llama a "exigir a los gobernantes el establecimiento de leyes justas, fundadas en la ley natural".
"La Iglesia no quiere imponer nada a nadie, pero el Evangelio tampoco se calla ante quienes pretenden imponerlo todo", dice el Arzobispo valenciano, y recuerda que "la familia no es una institución cualquiera de la sociedad, sino su célula básica".