John Pontifex, representante de la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), denunció una estrategia de "limpieza religiosa" puesta en marcha por extremistas musulmanes que busca "erradicar el cristianismo de las zonas clave de Irak", plasmada en los recientes ataques a iglesias y conventos cristianos en las ciudades de Bagdad, Mosul y Kirkuk.
Fuentes de la Iglesia en Irak, que permanecen anónimas por razones de seguridad, indicaron a AIN que si bien "los ataques solo han causado que una persona resulte herida" y que las bombas fueron colocadas "después de que las personas salieran de las iglesias tras el servicio del domingo", el tiempo de los ataques resulta preocupante: "en la noche de Navidad para las comunidades de las Iglesias ortodoxas y en la Epifanía para los católicos. Muchos bautizos se realizan ese día".
Estas mismas fuentes, señala Pontifex, explicaron que "como parte de la incesante división del país entre los distintos grupos musulmanes, sunis y shia, están buscando expulsar a los cristianos de sus respectivas esferas de control".