La Arquidiócesis de Valencia conmemoró ayer miércoles 2 de enero sus 50 años de "presencia misionera continua en el desierto de Copiapó" en Chile, luego que la Santa Sede la llamara a "ayudar a la evangelización en los países iberoamericanos".
"La presencia de misioneros valencianos en el desierto chileno se inició en 1958" cuando "Copiapó, localidad situada en el desierto de Atacama, contaba únicamente con un obispo, un sacerdote y un religioso franciscano", indicó el Presidente de la Comisión de Misiones del Arzobispado de Valencia, Miguel Palacios, a la agencia AVAN.
"La Iglesia en aquella diócesis ha crecido mucho desde entonces y ya tienen numerosos sacerdotes nacidos allí", acotó.