La Fundación Vida afirmó que con las nuevas detenciones de agentes sanitarios que practican abortos ilegales en Barcelona la sociedad española debería comprender la crudeza del aborto y que "la defensa de la vida no es algo de derechas o de izquierdas, de creyentes o de ateos, sino de mera humanidad con los más indefensos".
"La detención de tres ginecólogos, dos anestesistas y dos psiquiatras en las clínicas investigadas que practican abortos en Barcelona, es un paso más para evidenciar que la responsabilidad de los abortos ilegales realizados no se limita a la propiedad y dirección de esos abortorios. Desde hace tiempo se intuía que existen médicos que mataban fetos fuera de los tres supuestos, pero ahora ya hay detenciones y encarcelados", indicó el director de la Fundación Vida, Manuel Cruz.
Según Cruz, "el ‘caso Morín’ debe concienciar a la sociedad de lo inhumano que es el aborto en sí. Estas ilegalidades llevan a pensar que cuando la sociedad admite matar a un feto indefenso en el seno de su madre, la sociedad se ha vuelto inhumana. No es que se pueda o no abortar más allá de los límites que señala una ley injusta, sino que cualquiera de los métodos de intervención, como la aspiración, la dilatación o el legrado, son métodos terroríficos, impropios de una sociedad civilizada".