Tras los casos de abortos ilegales producidos en las más macabras condiciones que han llevado al arresto de numerosos agentes de salud en Madrid y Barcelona, el Partido Socialista Español (PSOE) finalmente ha decidido abrirse a la posibilidad de regular el aborto.
Luego de las respuestas iniciales de algunos líderes del PSOE, que calificaron de "seguidores de la Inquisición" a quienes pedían límites al aborto, el mismo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha instado a la Comisión Ejecutiva del PSOE a "hacer una reflexión" sobre la actual ley del aborto para determinar si "es necesaria alguna modificación"; término clave que implicaría el establecimiento de límites tanto para las condiciones como para el estado de desarrollo en el que sería legal el aborto.
La propuesta de Zapatero a su partido, que se había negado rotundamente a incluirla en su proyecto para las próximas elecciones, coincidió con la noticia de que la policía de Barcelona había realizado una nueva operación contra clínicas abortistas que resultó en siete nuevas detenciones en clínicas del doctor Carlos Morín, actualmente en prisión por una operación contra sus centros realizada en noviembre.